Tiempo y Espacio vol.22 no.57 Caracas jun. 2012
Monseñor Rafael Lasso de la Vega, obispo de la Diócesis de Mérida de Maracaibo y su adhesión a la independencia de Venezuela
Alexander Olivares
Instituto Pedagógico de Caracas. Centro de Investigaciones Históricas Mario Briceño Iragorry olialex05@hotmail.com
Biografía de Rafael Laso de la Vega
El
Doctor Don Hilario José Rafael Lasso de la Vega y de la Rosa Lombardo,
el Obispo Lasso o Lazo. Nace el 21 de octubre de 1764, proveniente de
una distinguida familia en el Istmo de Panamá. Su madre Doña Estefanía
de la Rosa Lombardo, y su padre Don Nicolás Feliciano Lasso de la Vega,
quien poseía el grado de Capitán de las Milicias Reales. Señala
Fernández (1994):
Desciende de Emperadores, Marqueses y poetas y, cuenta entre sus parientes, Cardenales, Obispos y Canónigos. Familiares suyos sirvieron fielmente al gobierno colonial en calidad de Corregidores, Gobernadores y otros puestos de confianza en México, Chile, Perú, Nuevo Reino de Granada y Panamá, después de haber servido algunos de ellos a la dinastía española en Flandes. Entre sus ilustres consanguíneos están un Cardenal de Inocencio VI, Juan de Lasso; un obispo de Cuba, Fray Juan Lasso de la Vega; y el famoso escritor peruano, el Inca Garcilazo de la Vega (p. 140).
El
26 de Octubre de 1764, a los cinco días de nacido, recibió el
sacramento del Bautismo de manos de su propio tío, el Pbro. Lic. Pedro
José Lombardo. Padrinos del sacramento fueron: el Capitán Agustín Núñez
del Arco y Juana Josefa Joaquina Lombardo. Su educación no pudo
comenzar tan pronto como lo hubieran deseado sus padres por haberse
mantenido en estado de completa mudez hasta la edad de quince años, y ya
desesperaban porque adquiriese el uso de la palabra cuando el
adolescente, irritado, cierto día, por un hermano menor que lo
fastidiaba le reclamo violento: déjame por Dios, adquiriendo así de
repente el uso del lenguaje articulado. Probablemente a causa de esta
contingencia, le quedó por el resto de su vida una manifiesta
dificultad para pronunciar con claridad las palabras que incluían la
r Labastida, R. (1958).
Se
educo en el ambiente de señorío y en las virtudes cristianas de sus
progenitores, su familia le envía a estudiar en el Seminario conciliar
de la ciudad de Panamá. A los dieciocho años de edad sale para el
Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario de Santa Fe de Bogotá. En
ese colegio obtiene su doctorado en filosofía, teología y cánones, y
además recibe título en Sagrada Teología y Derecho Canónico, de mano de
los dominicos que regentaban aquella institución. González, H. (1997).
Ya graduado, pasa a dictar las cátedras de latinidad, sintaxis y
prosodia en ese mismo colegio.
Su Excelencia, Monseñor Lasso de la Vega
es ordenado como Presbítero en Bogotá el 7 de abril de 1792, a los casi
28 años, por el Metropolitano de santafereño Don Baltasar Jaime
Martínez Compañón, y en consonancia con esa condición va a ejercer en
la parroquia de Funza por trece años, en las inmediaciones de la ciudad
de Santa Fe de Bogotá. En 1804 obtiene la Canonjía Doctoral de la
Catedral de Santa Fe, obtenida por estricto concurso de oposición,
cargo que ejerce durante seis años, en el cual ostento cualidades de
predicador piadoso y convincente, aunque no de eximio orador.
Lasso de la Vega fue un
defensor apasionado de la causa realista, en sus inicios, al punto de
exigir a separarse de la Iglesia a todos aquellos sacerdotes
republicanos. Después del triunfo de la causa independentista, fue
cambiando de parecer, poco a poco, hasta que se convirtió en un
patriota. En 1821, fija su posición en un documento público titulado
"Conducta del Obispo de Mérida". (p.130). Desde ese momento fue un
patriota decidido llegando a mantener una amistad muy sincera con el
Libertador y siendo emisario de éste ante la Sede Apostólica. En otras
palabras, Lasso de la Vega, coloca su deber pastoral por encima de sus
propias convicciones políticas, su misión era atender a sus fieles, lo
que lo impulsaba a optar por lo que más los favoreciera.
A
partir de 1821 comenzó a ser el puente entre América y Roma e impulsó
el entendimiento entre la Santa Sede y la República. Por su
intermediación fueron nombrados los primeros obispos de la América
independiente; se alcanzó un arreglo pacífico de los asuntos
eclesiásticos perturbados por la política; y finalmente, fueron
aceptadas las nuevas repúblicas por parte de Roma.
Corría
el año 1813, firme en sus convicciones, Lasso de la Vega es compelido
por la Junta Patriótica a irse de Bogotá, y regresa a Panamá, donde aún
es reconocida la autoridad del Rey de España. González, H. (1997), en
esta ciudad fue reintegrado a los oficios propios de su condición y
designado como Chantre de la catedral. Este cura de vasta formación
intelectual, férrea determinación y fidelidad al Rey, es enviado a
regentar el Obispado de Mérida en la Provincia de Venezuela. Su misión
es defender los derechos del Rey en América, manteniendo vigente el
universo simbólico que legitima su autoridad y el orden colonial.
En
este orden de ideas, según Durkheim (1992), el 19 de octubre de ese
mismo año llega al puerto de Maracaibo aquel hombre que, según
Labastida, usaba su capa de terciopelo color paja seca, colocada sobre
el suelo, para descansar su cuerpo y, además, había desarrollado en sus
rodillas unos espolones que se hacían visibles en la superficie de su
sotana, como consecuencia de sus largas horas de oración (cf.
Labastida, 1958). Lasso permanece en la ciudad portuaria de Maracaibo
hasta que recibe las bulas de su nombramiento en el año 1816. Ese año
se dirige por tierra hacia Bogotá para recibir su ordenación como
obispo.
Es
importante destacar algunas de las razones de la deferencia de
Fernando VII al solicitar la designación de Lasso como obispo. Más allá
del prestigio de su linaje y su densa formación intelectual, Lasso
exhibe una pública y manifiesta oposición a los revolucionarios
independentistas. Esto último se puso de manifiesto en 1810 cuando,
siendo Canónigo Doctoral de la catedral de Bogotá, tuvo lugar el
surgimiento de la Junta Suprema de Bogotá, autodefinida como promotora
de un movimiento autonomista y precursor de la independencia de
América.
La
primera medida adoptada por esta Junta Suprema fue exigir juramento de
obediencia a nuevo régimen político republicano a todas las personas
que desempeñaban cargo de autoridad. A Lasso de la Vega le tocaba
comparecer ante ese acto por su condición de miembro del Cabildo
Catedralicio. Sin embargo, se negó rotundamente a abjurar de sus votos
de fidelidad al monarca español. Por esta posición, la Junta Suprema de
Bogotá le señaló por residencia los suburbios de aquella ciudad
capital, de donde le estaba prohibido salir. A ese constreñimiento es sometido durante tres años sin que Lasso cambiase de posición.FUENTE: http://www.scielo.org.ve/scielo.
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