Un tesoro religioso
Maracaibo tiene tesoros escondidos en casas y arquitecturas que pasan desapercibidas a los ojos de los que viven en la ciudad y de quienes la visitan. Se les llaman museos, y guardan historias, objetos, anécdotas y un sinfín de curiosidades que vale la pena descubrir
El Museo Arquidiocesano Obispo Lasso de la Vega, es una casa del siglo XIX ubicada en la Calle Carabobo, parroquia Bolívar. Lleva ese nombre en honor a Rafael Lasso de la Vega, obispo de Mérida que fue trasladado a Maracaibo por el terremoto ocurrido en la ciudad andina en 1912.
En su interior, guarda objetos, orfebrería y ornamentos litúrgicos valiosos y muy antiguos. El más curioso es una estilla de la cruz original donde crucificaron a Cristo, de origen italiana, que perteneció a Santa Elena, hija de un posadero que se trasladó hasta Jerusalén y cavó en la montaña hasta hallar la cruz.
Otro de los objetos significativos es la primera corona de la Virgen de Chiquinquirá, luego de su aparición a orillas del Lago hace 304 años. Es de plata con incrustaciones de piedras semipreciosas.
Dos salones más adelante está la sala Papal, que muestra en una vitrina exclusiva la silla donde se sentó el Papa Juan Pablo II durante su visita a Maracaibo en 1985. Muy cerca, en uno de los pilares, está un cristo de marfil de 504 años, que se le colocó al pontífice en la habitación donde durmió.
La pieza más reciente donada al recinto religioso, fue el órgano marca Hammond, de los cuales fueron fabricados sólo tres en el mundo en 1969 y uno de ellos perteneció a la Basílica de Maracaibo.
El Museo Arquidiocesano fue fundado por el padre Gustavo Ocando Yamarte, en 1990. Se cerró en 1996 y fue reinaugurado en 2010. Puede observar sus joyas religiosas desde las 8:00 de la mañana hasta el mediodía.
FUENTE: REVISTA ESTAMPA por MARÍA DE LOS SANTOS GALBÁN | DOMINGO 13 DE ABRIL DE 2014 http//www.stampas.com/entretenimiento/140413/ciudad-museo-imp
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